El presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, reiteró hoy que su país no negociará la interrupción de su programa nuclear durante la nueva ronda de diálogo con el denominado grupo 5+1, integrado por los países miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU más Alemania.
En un discurso pronunciado en la localidad de Qazvin, a unos 150 kilómetros al oeste de Teherán, el mandatario ultraconservador exigió, asimismo, que la discusión se desarrolle de igual a igual y advirtió que Irán estrechará la mano amistosa pero cortará aquella que traiga aviesas intenciones.
"Irán está preparado para conversar en condiciones de igualdad. Occidente debe sentarse en la mesa de igual a igual y con respeto mutuo. En esas condiciones, podremos dialogar de temas globales", afirmó.
En este sentido, insistió en que su país "no cederá ni un ápice" en lo que considera su derecho inalienable a desarrollar la energía atómica.
"Si ellos aún piensan con esa fea conducta colonialista, deben saber que Irán responderá igual que en el pasado... aceptaremos con gusto una mano honesta extendida, pero cercenaremos aquellas que sean aviesas", concluyó.
Por su parte, el portavoz del Ministerio iraní de Asuntos Exteriores, Ramin Mehmanparast, señaló que su país tampoco negociará con el 5+1 la posibilidad de un intercambio de combustible porque sus condiciones ya fueron definidas con Brasil y Turquía.
"Definitivamente, nuestra reunión con el 5+1, que tendrá lugar con o sin la presencia de otros (países), no incluirá la discusión sobre el intercambio nuclear", afirmó.
"El canje de combustible está oficialmente definido en el marco del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) y nosotros, como miembros activos, si necesitamos combustible, tenemos derecho a informar al secretario general para que lo comunique al resto de miembros", explicó.
"Si alguno de ellos está dispuesto, entonces se inician los contactos. Este proceso ya se ha llevado a cabo y resulta que Rusia, Francia y Estados Unidos han contestado", agregó.
Al hilo de este argumento, Mehmanaparast insistió en que las condiciones para ese intercambio fueron establecidos en la denominada "declaración de Teherán", apoyada por Ankara y Brasilia.
"Los fundamentos de ese canje están en la declaración de Teherán, que fija la cantidad de uranio al 3,5 por ciento que se almacenará en Turquía y la cantidad de uranio enriquecido que debe recibir Irán y el periodo de tiempo", señaló.
"Así que, el marco está completamente claro y no hay espacio para que sea cambiado, y por tanto, necesidad alguna de discutirlo con el 5+1", apostilló.
Gran parte de la comunidad internacional, con Estados Unidos e Israel a la cabeza, acusa a Irán de ocultar, bajo su programa nuclear civil, otro de naturaleza clandestina y aplicaciones bélicas cuyo objetivo sería la adquisición de un arsenal atómico, alegación que Teherán refuta.
Irán y el 5+1 tienen previsto retomar el diálogo nuclear a mediados del presente mes, probablemente en Turquía, tras más de un año sin contactos directos.
La negociación quedó rota en noviembre de 2009 después de que el régimen iraní desestimara una propuesta de Washington, Moscú y Londres para intercambiar su uranio al 3,5 por ciento por combustible nuclear enriquecido al 20 por ciento para el reactor de investigación que posee en la capital.
En febrero de este año, Irán desoyó las advertencias de la comunidad internacional y comenzó a enriquecer uranio al 20 por ciento, lo que llevó a que el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas le impusiera nuevas sanciones.
Un mes antes, Irán, Brasil y Turquía sellaron un documento conjunto en el que recuperaban ese intercambio, aunque con otras condiciones, acuerdo que Teherán desea ahora que se convierta en uno de los pilares de la negociación.
Además, pretende que el diálogo se amplíe a cuestiones que considera "claves" de la arena internacional como el terrorismo, el narcotráfico, la crisis regional, la seguridad energética y la polémica de las armas de destrucción masiva, a lo que se opone el 5+1.
En un discurso pronunciado en la localidad de Qazvin, a unos 150 kilómetros al oeste de Teherán, el mandatario ultraconservador exigió, asimismo, que la discusión se desarrolle de igual a igual y advirtió que Irán estrechará la mano amistosa pero cortará aquella que traiga aviesas intenciones.
"Irán está preparado para conversar en condiciones de igualdad. Occidente debe sentarse en la mesa de igual a igual y con respeto mutuo. En esas condiciones, podremos dialogar de temas globales", afirmó.
En este sentido, insistió en que su país "no cederá ni un ápice" en lo que considera su derecho inalienable a desarrollar la energía atómica.
"Si ellos aún piensan con esa fea conducta colonialista, deben saber que Irán responderá igual que en el pasado... aceptaremos con gusto una mano honesta extendida, pero cercenaremos aquellas que sean aviesas", concluyó.
Por su parte, el portavoz del Ministerio iraní de Asuntos Exteriores, Ramin Mehmanparast, señaló que su país tampoco negociará con el 5+1 la posibilidad de un intercambio de combustible porque sus condiciones ya fueron definidas con Brasil y Turquía.
"Definitivamente, nuestra reunión con el 5+1, que tendrá lugar con o sin la presencia de otros (países), no incluirá la discusión sobre el intercambio nuclear", afirmó.
"El canje de combustible está oficialmente definido en el marco del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) y nosotros, como miembros activos, si necesitamos combustible, tenemos derecho a informar al secretario general para que lo comunique al resto de miembros", explicó.
"Si alguno de ellos está dispuesto, entonces se inician los contactos. Este proceso ya se ha llevado a cabo y resulta que Rusia, Francia y Estados Unidos han contestado", agregó.
Al hilo de este argumento, Mehmanaparast insistió en que las condiciones para ese intercambio fueron establecidos en la denominada "declaración de Teherán", apoyada por Ankara y Brasilia.
"Los fundamentos de ese canje están en la declaración de Teherán, que fija la cantidad de uranio al 3,5 por ciento que se almacenará en Turquía y la cantidad de uranio enriquecido que debe recibir Irán y el periodo de tiempo", señaló.
"Así que, el marco está completamente claro y no hay espacio para que sea cambiado, y por tanto, necesidad alguna de discutirlo con el 5+1", apostilló.
Gran parte de la comunidad internacional, con Estados Unidos e Israel a la cabeza, acusa a Irán de ocultar, bajo su programa nuclear civil, otro de naturaleza clandestina y aplicaciones bélicas cuyo objetivo sería la adquisición de un arsenal atómico, alegación que Teherán refuta.
Irán y el 5+1 tienen previsto retomar el diálogo nuclear a mediados del presente mes, probablemente en Turquía, tras más de un año sin contactos directos.
La negociación quedó rota en noviembre de 2009 después de que el régimen iraní desestimara una propuesta de Washington, Moscú y Londres para intercambiar su uranio al 3,5 por ciento por combustible nuclear enriquecido al 20 por ciento para el reactor de investigación que posee en la capital.
En febrero de este año, Irán desoyó las advertencias de la comunidad internacional y comenzó a enriquecer uranio al 20 por ciento, lo que llevó a que el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas le impusiera nuevas sanciones.
Un mes antes, Irán, Brasil y Turquía sellaron un documento conjunto en el que recuperaban ese intercambio, aunque con otras condiciones, acuerdo que Teherán desea ahora que se convierta en uno de los pilares de la negociación.
Además, pretende que el diálogo se amplíe a cuestiones que considera "claves" de la arena internacional como el terrorismo, el narcotráfico, la crisis regional, la seguridad energética y la polémica de las armas de destrucción masiva, a lo que se opone el 5+1.
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