miércoles, 24 de noviembre de 2010

Corea del Norte amenaza con ataques sin piedad.






Corea del Norte amenazó hoy a Corea del Sur con ataques militares “sin piedad” en caso de que las fuerzas surcoreanas traspasen “un milímetro” de las aguas territoriales norcoreanas, informó la agencia oficial norcoreana KCNA.

La reacción del Comando Militar del país comunista se produce tras el intercambio de fuego de artillería sobre una isla de Corea del Sur cercana a la frontera, que causó la muerte de al menos dos marines surcoreanos y heridas a otros 13 soldados -cinco de gravedad- y cuatro civiles.

El Comando Militar norcoreano indicó a través de la agencia KCNA que el ataque es una “medida militar firme” contra las maniobras que Seúl estaba realizando en aguas del Mar Amarillo (Mar Occidental) no muy lejos de la zona y en la participaban unos 70.000 efectivos.

Además, Pyongyang amenazó a Seúl con ataques militares “sin piedad” en caso de que continúen las maniobras y añadieron que no dudarán en golpear de nuevo si las fuerzas surcoreanas traspasan “aunque sólo sea 0,0001 milímetros” las aguas territoriales norcoreanas.

La reacción del Comando Militar del país comunista se produce tras el intercambio de fuego de artillería sobre la isla surcoreana de Yeongpyeong, en el Mar Amarillo, que había recibido el impacto hacia las 14.24 hora local (05.34 GMT) de un centenar de obuses que causaron graves daños en una zona donde viven unos 1.700 habitantes.

El comunicado del Comando Militar norcoreano fue leído en la radio y televisión de Corea del Norte, y en él se hizo mención a la postura de Pyongyang, que no reconoce la línea fronteriza marítima en el Mar Amarillo.

El ataque

La ofensiva por sorpresa de Corea del Norte contra una isla surcoreana causó hoy dos bajas militares a Corea del Sur, en uno de los peores incidentes entre los dos países vecinos y enemigos desde el final de la Guerra de Corea en 1953.

El gobierno de Seúl calificó de “clara provocación militar” el lanzamiento de al menos cien disparos de artillería de Corea del Norte sobre una isla habitada surcoreana cerca de la tensa frontera en el Mar Amarillo (Mar Occidental), que fueron contestados por otros 80 obuses de Corea del Sur.

El régimen comunista norcoreano acusa por su parte a Corea del Sur de disparar primero y lo amenazó con más ataques en caso de que persistan los ejercicios militares en la zona, escenario de enfrentamientos armados entre ambos países en 1999, 2002 y 2009.

Según fuentes militares surcoreanas, el ataque comenzó a las 14.34 hora local (05.34 GMT) y se prologó durante algo más de dos horas en las que los proyectiles de artillería norcoreanos cayeron en la isla surcoreana de Yeonpyeong, habitada por 1.700 civiles.

Los proyectiles sumieron a la isla de Yeonpyeong, que se encuentra en plena frontera marítima entre las dos Coreas, en el caos, al prender fuego a decenas de casas y producir un gran apagón.

Los residentes fueron evacuados inmediatamente a refugios, mientras que el Ejército surcoreano fue puesto en la máxima alerta pensada para tiempo de paz y desplegó cazas de combate en la zona.

El general Lee Hong-ki, de la Junta de Jefes del Estado Mayor surcoreano, calificó de “premeditado” el ataque norcoreano y dijo que la respuesta militar de Corea del Sur posiblemente causó “daños significativos” al Ejército norcoreano.

El Ministerio de Exteriores de Corea del Sur ha calificado lo sucedido como una “violación” de ese armisticio.

Los países vecinos, como China, Rusia y Japón, instaron a contener una posible escalada de tensión en la inestable península coreana, mientras el propio presidente surcoreano, Lee Myung-bak, abogaba por la contención.

Las autoridades surcoreanas señalaron, en todo caso, que si se produce otra provocación similar de Corea del Norte, habrá “una dura represalia” por parte de Seúl.

En un comunicado, un portavoz de la Casa Presidencial de Corea del Sur advirtió hoy de que otro incidente similar tendría una “dura represalia” y que “no se pueden tolerar más ataques con artillería contra civiles”.

El Comando Militar norcoreano indicó a través de la agencia estatal KCNA que el ataque es una “medida militar firme” contra las maniobras que Seúl realizaba en aguas del Mar Amarillo (Mar Occidental) no muy lejos de la zona, con la participaban de unos 70.000 efectivos.

Los disparos norcoreanos coinciden además con un recrudecimiento de las críticas hacia Pyongyang ante la posibilidad de que haya ampliado su programa nuclear con el enriquecimiento de uranio.

Analistas surcoreanos se hicieron eco además de que el incidente coincide con el proceso de sucesión en marcha en Corea del Norte, que ha consagrado al hijo menor de Kim Jong-il, Kim Jong-un, como su posible heredero.


Condena de EE.UU.

Estados Unidos condenó hoy con firmeza el ataque norcoreano contra la isla surcoreana de Yeonpyeong e hizo un llamamiento al Gobierno de Pyongyang para que cese estas acciones beligerantes.

El portavoz de la Casa Blanca, Robert Gibbs, reiteró en un comunicado el “firme compromiso” de Estados Unidos con “la defensa de nuestro aliado, la República de Corea, y con el mantenimiento de la paz y la estabilidad regional”.

LA CLAVE

La frontera entre las dos coreas
Sobre la península coreana se enfrentan centenares de miles de soldados de uno y otro lado del paralelo 38, sobre el que corre la línea de demarcación entre Corea del Norte y del Sur desde el acuerdo de alto el fuego de 1953.

Una “zona desmilitarizada” (DMZ, por sus siglas en inglés) de 240 kilómetros de longitud y cuatro kilómetros de ancho separa las fuerzas militares de ambos países, que no firmaron aún la paz después de la Guerra de Corea.

En la localidad fronteriza de Panmunyom se creó una “zona de seguridad común” (JSA, por sus siglas en inglés) en la que tienen lugar conversaciones de representantes de ambos países en edificios que tienen una salida hacia el norte y otra hacia el sur. La frontera común atraviesa de hecho los edificios.

Sobre la costa occidental de Corea del Norte y del Sur se conecta la frontera del paralelo 38 con un límite marítimo (“Northern Limit Line”) de unos 200 kilómetros de longitud, determinada en 1953 de forma unilateral por un comandante de las tropas de las Naciones Unidas.

Corea del Norte no ha aceptado nunca la vigencia de esta línea de demarcación marítima de cuatro kilómetros de ancho. El régimen de Pyongyang reclama que con esta traza quedaron del lado surcoreano algunas islas frente a la costa norcoreana, por lo que fijó en 1999 una frontera marítima más austral.

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