Polonia celebra el 30 aniversario de Solidarnosc, el primer sindicato libre de la antigua República Popular de Polonia. Nueve años después de su creación, la ‘Solidaridad’, no sólo de la formación, sino de toda la población provocó, citando a la famosa actriz del país Joanna Szepkowska, que el comunismo terminase en Polonia (la frase, pronunciada el 28 de octubre de 1989, se refiere a los cambios políticos después de que se llevasen a cabo, el 4 de junio del mismo año, elecciones parcialmente libres: “Damas y caballeros, el comunismo acabó en Polonia el 4 de junio”). Solidarnosc es un nombre que refleja perfectamente el espíritu del país. Solo hay un ‘pero’: que estamos unidos solo en los fracasos, nunca en los éxitos. Los polacos son reconocidos cuando sufren, no cuando lo hacen bien. Y como hemos estado sufriendo durante los últimos siglos, quejándonos de que el mundo sigue adelante, no dejamos de llorar por nuestra desgracia.
Llama la atención que muchos héroes nacionales contemporáneos, tras conseguir aquello por lo que lucharon, son considerados ahora cobardes y traidores. Tenemos varios ejemplos: Czelaw Milosz (Nobel de Literatura, considerado comunista y ‘antipolaco’), Ryszard Kapuscinski (periodista reconocido a nivel internacional, pero también un mentiroso y un comunista), Wladyslaw Bartoszewski (político, “un judío” y un enemigo del pueblo polaco), Adam Michnik (redactor jefe del que es considerado oficialmente el primer periódico que se opuso al comunismo, la Gazeta Wyborcza). Incluso las negociaciones de la ‘Mesa Redonda’, que condujeron a algo insólito en esta parte de Europa como fueron las elecciones libres, son consideradas como una traición por una parte de la sociedad. En resumen, aunque los mentirosos y las acusaciones cambian, el problema sigue siendo el mismo. Por cierto, casi lo olvido: la verdad también cambia.
Recientemente, el nuevo antihéroe es Lech Walesa. El destronado líder de Solidarnosc no estuvo durante los actos principales de celebración del aniversario de la creación del sindicato. Enfrentado a sus antiguos camaradas, el pasado 29 de agosto escribió en su blog que después de 30 años de gran esfuerzo personal, solo quería algo de paz.
El mito de la lucha por la libertad, deformado por miles de versiones, está perdiendo su gloria pasada. ¿Cómo van a hacer los jóvenes para meterse en la cabeza que Solidarnosc era algo enorme, como afirman los libros de historia, cuando podemos ver lo pequeño que es ahora? Mientras los antiguos héroes cuestionan la historia, el mundo sigue adelante sin mirar atrás. Lo mismo que hacen las nuevas generaciones.
Llama la atención que muchos héroes nacionales contemporáneos, tras conseguir aquello por lo que lucharon, son considerados ahora cobardes y traidores. Tenemos varios ejemplos: Czelaw Milosz (Nobel de Literatura, considerado comunista y ‘antipolaco’), Ryszard Kapuscinski (periodista reconocido a nivel internacional, pero también un mentiroso y un comunista), Wladyslaw Bartoszewski (político, “un judío” y un enemigo del pueblo polaco), Adam Michnik (redactor jefe del que es considerado oficialmente el primer periódico que se opuso al comunismo, la Gazeta Wyborcza). Incluso las negociaciones de la ‘Mesa Redonda’, que condujeron a algo insólito en esta parte de Europa como fueron las elecciones libres, son consideradas como una traición por una parte de la sociedad. En resumen, aunque los mentirosos y las acusaciones cambian, el problema sigue siendo el mismo. Por cierto, casi lo olvido: la verdad también cambia.
Recientemente, el nuevo antihéroe es Lech Walesa. El destronado líder de Solidarnosc no estuvo durante los actos principales de celebración del aniversario de la creación del sindicato. Enfrentado a sus antiguos camaradas, el pasado 29 de agosto escribió en su blog que después de 30 años de gran esfuerzo personal, solo quería algo de paz.
El mito de la lucha por la libertad, deformado por miles de versiones, está perdiendo su gloria pasada. ¿Cómo van a hacer los jóvenes para meterse en la cabeza que Solidarnosc era algo enorme, como afirman los libros de historia, cuando podemos ver lo pequeño que es ahora? Mientras los antiguos héroes cuestionan la historia, el mundo sigue adelante sin mirar atrás. Lo mismo que hacen las nuevas generaciones.
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