jueves, 7 de octubre de 2010

10 Años del derrocamiento de Slobodan Milosevic.


Los serbios conmemoran este martes el décimo aniversario del derrocamiento del entonces presidente de Yugoslavia, Slobodan Milosevic, quien se vio obligado a dejar el cargo el 5 de octubre de 2000 después de que medio millón de personas tomaran las calles del país para protestar contra los resultados oficiales de las elecciones presidenciales.

Las movilizaciones habían sido convocadas por la Oposición Democrática de Serbia (DOS), una coalición que agrupaba a 18 formaciones, para exigir a Milosevic que aceptara su derrota en los comicios del 24 de septiembre.

Las elecciones habían sido ganadas por el líder del Partido Democrático de Serbia (DSS) y de la propia DOS, Vojislav Kostunica, pero en un primer momento Milosevic se negó reconocer su derrota y la Comisión Electoral Federal, presionada por el presidente, informó de que Kostunica sólo había conseguido el 48 por ciento de los votos, lo cual le obligaba a acudir a una segunda vuelta.

DOS no aceptó estos resultados oficiales, aseguró que su candidato había obtenido el 50,24 por ciento de los votos y decidió tomar las calles para manifestarse y bloquear las carreteras con el objetivo de forzar a Milosevic a aceptar su derrota y a dimitir del cargo. En medio de las protestas, la Comisión Electoral anunció que informaría de los resultados exactos el mismo 5 de octubre, y el DOS decidió convocar una gran manifestación en Belgrado para ese mismo día.

A partir de ese momento, los acontecimientos se dispararon. Los manifestantes entraron por la tarde en la sede del Parlamento Federal y posteriormente irrumpieron en el edificio de la televisión estatal, RTS. Tras la ocupación, la cadena prosiguió con sus emisiones con el mensaje: "Ésta es la programación de la nueva RTS".

Poco después, los dirigentes del DOS anunciaron su victoria en las elecciones presidenciales y agradecieron a los ciudadanos por su participación en las protestas. Finalmente, el 6 de octubre, el Ejército expresó su apoyo a los comicios y Milosevic entregó el poder.

El 1 de abril de ese mismo año, el ex presidente se entregó sin oponer resistencia tras permanecer 24 horas atrincherado en su residencia de Belgrado. El 29 de junio de 2001, Milosevic fue trasladado al Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia (TPIY), ante el que compareció por primera vez el 3 de julio de ese año, declarándose "no culpable" de los cargos en su contra en relación con la guerra de Kosovo.

El 29 de octubre de ese mismo año, Milosevic se declaró igualmente "no culpable" de los cargos relativos a la guerra de Croacia, gesto que repetiría el 11 de diciembre de 2001 respecto a los cargos por su papel en la guerra de Bosnia.

El juicio por Kosovo comenzó el 12 de febrero de 2002, pero en septiembre de 2002 la acusación introdujo también los cargos en relación a Croacia y Bosnia. El ex presidente falleció en marzo de 2006 en su celda del TPIY en La Haya. En el momento de su muerte, Milosevic se enfrentaba a un total de 66 cargos, incluidos los de genocidio y crímenes contra la Humanidad.

'SLOBO'

Slobodan Milosevic, 'Slobo', había contribuido de forma muy particular a las guerras que desintegraron a la antigua Yugoslavia, a los 77 días de bombardeos de la OTAN contra su país en 1999 y a las continuas sanciones internacionales, engrandecido por un discurso nacionalista y populista.

Nacido en 1941 en Pozarevac (Serbia), Milosevic llegó en mayo de 1989 a la Presidencia de Serbia, desde la que se convirtió en el máximo exponente del nacionalismo serbio y aprovechó el sexto centenario de la "mítica" batalla de Kosovo contra los otomanos para anular, mediante una reforma constitucional, el régimen autonómico de que disfrutaba desde 1974 esta provincia.

En las primeras elecciones presidenciales en Serbia, celebradas en diciembre de 1990, fue reelegido presidente de la República de Serbia por mayoría y ese mismo año fundó su propio movimiento político, el Partido Socialista de Serbia (SPS) sobre los fundamentos de la disuelta Liga de los Comunistas de Serbia.

En ese período comenzó la tragedia de los Balcanes, en la que Milosevic jugó un papel primordial. Sus indisimuladas pretensiones de hegemonía, que le llevaron incluso, aprovechando su presidencia de turno, a vulnerar la rotación presidencial de Yugoslavia que regía desde la muerte de Tito, condujeron a las declaraciones de independencia por parte de todas las repúblicas de Yugoslavia, excepto Serbia y Montenegro, y a las guerras de Croacia (1991) y Bosnia y Herzegovina, territorios cuyas minorías serbias contaron con el apoyo militar de Serbia y del Ejército yugoslavo.

En plenas sanciones económicas internacionales por su apoyo a los serbios de las otras repúblicas, Milosevic fue reelegido en 1992 presidente de su partido, al tiempo que se constituía la República Federal de Yugoslavia, formada por Serbia y Montenegro.

Las sanciones derivaron en un cambio de postura, y tras dejar "solos" a los serbios croatas y bosnios, Milosevic firmó, en 1995, el acuerdo que ponía fin a la guerra de Bosnia-Herzegovina, en Dayton (Estados Unidos), con los presidentes de Bosnia (Alan Izetgebovic) y Croacia (Franjo Tudjman).

En esa época, Milosevic se presentó como el único interlocutor serbio en Occidente y su popularidad alcanza las mayores cotas en su país. La coalición izquierdista formada por el partido de Milosevic (PSS) y el de su esposa Mirjana Markovic (Izquierda Unida Yugoslava) obtuvo la mayoría absoluta en las elecciones al Parlamento yugoslavo de noviembre de 1996.

Dado que no podía presentarse a un tercer mandato presidencial en Serbia, pasó a ser presidente de la República Federal de Yugoslavia a finales de julio de 1997, sustituyendo a Zoran Lilic, tras resultar elegido por el Parlamento federal.

A principios de marzo de 1998, la Unión Europea y Estados Unidos exigieron a Milosevic que entablara negociaciones con la población albanesa de Kosovo, buena parte de la cual había recrudecido su enfrentamiento con el gobierno minoritario que, desde 1989, ejercía el poder sobre la región.

Tras las infructuosas negociaciones con el Grupo de Contacto (formado por Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Alemania, Italia y Rusia, con el objeto de velar por el mantenimiento de la paz en los territorios de la antigua Yugoslavia, fruto de los Acuerdos de Dayton) y el rechazo serbio a la misión mediadora de la OSCE, la OTAN efectuó en la primavera de 1999 intensos bombardeos que culminaron en los acuerdos de paz de junio de ese año, por las cuales Kosovo pasaba, temporalmente, bajo administración internacional.

Entretanto, la victoria electoral de Milo Djukanovic como presidente de Montenegro le granjeó un fuerte enemigo en el interior de la RFY que no hizo sino agravar la situación de Milosevic, rematada tras las elecciones de octubre de 2000, que ganó el líder de la oposición, Vojislav Kostunica.

El primer jefe del Ejecutivo desde la restauración de la democracia y el hombre que entregó a Milosevic a La Haya, Zoran Djindjic, fue asesinado en marzo de 2003 por supuestos adeptos del ex presidente frente a la misma sede de Gobierno. Más de siete años después se sigue sin conocer quiénes fueron los autores intelectuales.

Después de varios años de enfrentamientos políticos entre las posiciones nacionalistas de Kostunica y los sectores más pro europeos, agravados por la desintegración definitiva de Yugoslavia y la independencia unilateral de Kosovo (2008), el actual presidente, Boris Tadic, intenta llevar a cabo las reformas necesarias para la adhesión en la UE, cuyo principal escollo sigue la falta de avances en la captura de los criminales de guerra que permanecen huidos, en especial el jefe militar serbo-bosnio Ratko Mladic.

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