Maestros y profesores, bomberos, empleados ferroviarios, artistas, pilotos y médicos se unieron el miércoles en Portugal para protestar contra el plan de austeridad del gobierno socialista, en la mayor huelga general de la historia del país, según los sindicatos.
"Es la mayor huelga jamás realizada, más importante que la de 1988", año en que se convocó la última huelga general unitaria en Portugal, afirmó el secretario general de la central sindical UGT, Joao Proença.
Las dos principales centrales sindicales portuguesas CGTP y UGT, unidas por primera vez en 22 años, convocaron una huelga general para este miércoles en protesta contra la política de austeridad impuesta por el gobierno para reducir los déficits públicos y tranquilizar a los mercados financieros.
El sector de transportes era el más afectado, en particular el aéreo, con todos los aeropuertos paralizados, sin ningún vuelo de llegada o salida previsto.
Tres de cada cuatro trenes no circulaban y tampoco lo hacían casi dos tercios de los autobuses.
En Lisboa, no circulaba ningún metro.
La huelga afectaba también mucho a los sectores de la salud y la educación.
"En la gran mayoría de los casos, la movilización es incluso más fuerte que durante las huelgas sectoriales y no concierne sólo al sector público, sino también al privado", subrayó Proença.
De su lado, en primer punto de prensa a las 13:00 GMT, la ministra de Trabajo Helena André calificó la movilización del sector privado de "muy reducida", basándose en "el consumo de la electricidad que no bajó".
Según la ministra, el sector "más afectado" por el movimiento era el de los transportes, con una "tasa de adhesión del 5.9 al 95% según las empresas".
Pero más allá de la amplitud de la huelga del miércoles, la ministra André reafirmó que el margen de maniobra del gobierno era "prácticamente nulo", en momentos en que Portugal se encuentra en la mira de los mercados tras los rescates de Grecia e Irlanda.
La huelga tuvo lugar cuando el parlamento portugués se apresta a votar en forma definitiva el viernes un presupuesto de austeridad sin precedentes para recortar el déficit de 7.3% al 4.6% del PIB (Producto Interior Bruto).
Este plan de ajuste incluye baja de salarios, alza de impuestos y disminución de prestaciones sociales.
Su aplicación daría lugar a una fuerte baja del poder adquisitivo en un país en el que el salario mínimo es inferior a 800 euros.
La última huelga general en Portugal se remontaba a mayo de 2007, pero en la época fue convocada sólo por la CGTP.
Afectado por un crecimiento amorfo en los últimos años, Portugal acusa una deuda pública de 161,000 millones de euros (unos 220,000 millones de dólares), es decir más del 82% de su PIB.
"Es la mayor huelga jamás realizada, más importante que la de 1988", año en que se convocó la última huelga general unitaria en Portugal, afirmó el secretario general de la central sindical UGT, Joao Proença.
Las dos principales centrales sindicales portuguesas CGTP y UGT, unidas por primera vez en 22 años, convocaron una huelga general para este miércoles en protesta contra la política de austeridad impuesta por el gobierno para reducir los déficits públicos y tranquilizar a los mercados financieros.
El sector de transportes era el más afectado, en particular el aéreo, con todos los aeropuertos paralizados, sin ningún vuelo de llegada o salida previsto.
Tres de cada cuatro trenes no circulaban y tampoco lo hacían casi dos tercios de los autobuses.
En Lisboa, no circulaba ningún metro.
La huelga afectaba también mucho a los sectores de la salud y la educación.
"En la gran mayoría de los casos, la movilización es incluso más fuerte que durante las huelgas sectoriales y no concierne sólo al sector público, sino también al privado", subrayó Proença.
De su lado, en primer punto de prensa a las 13:00 GMT, la ministra de Trabajo Helena André calificó la movilización del sector privado de "muy reducida", basándose en "el consumo de la electricidad que no bajó".
Según la ministra, el sector "más afectado" por el movimiento era el de los transportes, con una "tasa de adhesión del 5.9 al 95% según las empresas".
Pero más allá de la amplitud de la huelga del miércoles, la ministra André reafirmó que el margen de maniobra del gobierno era "prácticamente nulo", en momentos en que Portugal se encuentra en la mira de los mercados tras los rescates de Grecia e Irlanda.
La huelga tuvo lugar cuando el parlamento portugués se apresta a votar en forma definitiva el viernes un presupuesto de austeridad sin precedentes para recortar el déficit de 7.3% al 4.6% del PIB (Producto Interior Bruto).
Este plan de ajuste incluye baja de salarios, alza de impuestos y disminución de prestaciones sociales.
Su aplicación daría lugar a una fuerte baja del poder adquisitivo en un país en el que el salario mínimo es inferior a 800 euros.
La última huelga general en Portugal se remontaba a mayo de 2007, pero en la época fue convocada sólo por la CGTP.
Afectado por un crecimiento amorfo en los últimos años, Portugal acusa una deuda pública de 161,000 millones de euros (unos 220,000 millones de dólares), es decir más del 82% de su PIB.
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